Quiz á s por no haber nacido en “cuna de oro”, durante mi formación me inculcaron constantemente la importancia del trabajo. “El trabajo es honra” me decían, y esa frase ven í a acompañada de que “lo que hagas, hazlo bien” lo cual ciertamente es una realidad. Lo que quizás ni a ti ni a mi nos ense ñ aron es a medir cu á nto peso le damos en el balance de la vida. ¿ Eres del club de las que hemos vivido eternamente como “cuarenta en un zapato y cinco tratando de entrar”?. ¡Sigue leyendo que este blog que estrenamos hoy es para ti!. Por razones culturales o presiones sociales las mujeres nos obligamos a demostrar que somos capaces, que trabajando largas horas reafirmamos lo que valemos, que debemos dar el ejemplo a nuestros empleados en el caso de las empresarias o a nuestros compañeros de trabajo, patronos, parejas , inclusive.. ¡a nuestra familia! En esa “locura de vida” diaria no nos percatamos de que el único tiempo que reservamos es para prepa